Ballet folklÓrico

En México, la diversidad cultural se refleja en una variedad de tradiciones, lenguas y bailes típicos y folclóricos que representan a cada estado del país. Estos bailes nacieron con el propósito de representar la identidad mexicana y los encontramos presentes en eventos cívicos, celebraciones patrias, como el 15 de septiembre y el 20 de noviembre, así como en las fiestas patronales. La variedad de ritmos en el país es impresionante, algunos son bailes rápidos y otros más lentos, pero todos tienen una rica historia que aporta a la cultura mexicana.

Anna Pavlova fue una famosa primera bailarina y coreógrafa rusa. La compañía que fundó en 1911 fue la primera en realizar giras de ballet por todo el mundo. En 1919, Pavlova viajó a México para compartir su talento. Durante su estancia en México, fusionó el baile folclórico regional, el jarabe tapatío de Jalisco, con el ballet clásico. Pavlova luego agregó esta danza a su repertorio, lo que alimentó el deseo generalizado de ver danzas mexicanas interpretadas más allá de las fronteras del país. La Secretaría de Educación Pública se aseguró de que los propios mexicanos vieran estas danzas regionales como representativas de la nación en su conjunto al incorporarlas a su plan de estudios escolares, enseñando a generaciones de mexicanos a interpretarlas como una expresión de la nacionalidad compartida.

Doña Amalia Hernández fue pionera en el desarrollo del Baile Folklórico y fundó el Ballet Folklórico de México con tan solo 8 bailarines. Para 1959, el conjunto había crecido a 60 intérpretes. Fue comisionado para representar a México en los Juegos Panamericanos de Chicago, Illinois, en 1959. Hernández creó más de 60 coreografías en su vida y se la considera la mayor influencia en el Ballet Folklórico.

Hoy en día, el ballet folklórico mexicano se puede encontrar en todo México, Estados Unidos y el mundo. La variedad de estilos de los grupos va desde los que conservan la mayor autenticidad posible hasta los que los interpretan completamente como danzas contemporáneas. Estas diferencias solo demuestran el respeto y la admiración que cada grupo, director, bailarín y colaborador tiene por la historia y la cultura de México.